domingo, 23 de marzo de 2014

Décimo aniversario del 11 M que demuestra la bajeza de la clase política



Hace 15 días fue el aniversario del uno de los días más sangrientos de nuestra historia reciente. Me refiero al 11 de marzo de 2004, ese fatal día en el cual murieron casi dos centenares de inocentes en unos vagones de tren cuando se dirigían en su mayoría a su puesto de trabajo o a estudiar. Lo primero que me viene al recuerdo es la tristeza de la gente con la que te encontrabas en tu camino, también la incredulidad ante la crueldad de los hechos y las imágenes que iban llegando y la incertidumbre de qué es lo que había pasado. Lamentablemente en esos momentos los políticos también intentaron sacar tajada de los cadáveres y los que  nos gobernaban falseaban la información a su antojo y los que por aquel entonces estaban en la oposición intentaban aprovechar  la ocasión para recaudar los votos suficientes para proclamarse ganadores de las elecciones generales que tuvieron lugar el 14 de marzo.
Lo peor de todo esto es que 10 años después algunos dirigentes del PP siguen sembrando dudas de la autoría de los hechos, mienten con tal de quedar de pie. Por otro lado, el PSOE vocifera afirmando todo lo contario pero su dialéctica está vacía de contenido y lo que menos les preocupa son las víctimas sino sacar un puñado de votos jugando con la sangre derramada aquel 11 de marzo.
Los más desgarrador es que los dos principales partidos de este país llevan 10 años ciegos en testimoniar una falsedad camuflada como si fuera una verdad  y no se dan cuenta que desde el primer minuto que sucedió este atentado dejaron en un tercer plano a los muertos y por desgracia a sus familiares. Si tuvieran un poco de dignidad habrían cerrado sus bocas y se hubieran puesto juntos a trabajar para hacer pasar a los familiares este dramático trance de la mejor manera. Todavía resuenan en mi cabeza los ataques de algunos políticos sobre familiares que lo único que quería era saber qué es lo que había pasado.
Realmente estamos en una crisis y por desgracia no sólo es financiera, estamos en una crisis de valores por parte de todos los políticos hasta tal punto que les importa un carajo las vidas sesgadas aquel día por quien fuera y es muy duro afirmar lo que voy a decir pero los políticos actúan con palabras que dan auténtico pavor ya que dejan aislados a las víctimas y se aprovechan de actos tan terribles como el 11 M.
Lo que si me enorgullece una vez más son los ciudadanos por su apoyo siempre a los que más lo necesitan y por su puesto el apoyo incondicional a los familiares de esta tragedia que pasará a la historia no sólo con unos de los días más sangrientos sino también como uno de los días en que los políticos se quitaron su máscara para verles bien su rostro, el del lado más oscuro del poder.