Está claro que el nuevo monarca Felipe VI a pesar de querer
dar un cambio de imagen a la monarquía es sólo en la superficie porque el
problema de fondo continua igual.
Un ejemplo claro es seguir veraneando en el Palacio de
Marivent (Igual que los anteriores
reyes) con todos los gastos que esto implica aunque las distintas autoridades
de Mallorca digan que les beneficia en todos los sentidos como si el turismo de
élite fuera el que nos podemos permitir los ciudadanos de a pie.
El nuevo monarca, si es verdad que quiere cambiar, podría
haber cambiado de destino, un destino
menos mediático y más barato porque lo que llega a la ciudadanía es que por qué
tanto gasto superfluo por parte de una institución que tendría que dar ejemplo.
Creo que veranear en Marivent choca con la palabras que el
Rey expresa sobre la preocupación que le
produce el ver a sus conciudadanos pasarlas canutas ya que el llevar una vida
con tanto gasto y pomposidad al menos muestra en la práctica tener muy poca sensibilidad
y conocimiento de los sentimientos de los españoles.
Me parece muy poco justo el regalar estos viajes a personas
que se pueden pagar de su bolsillo sus viajes y no tenerlo que hacer siempre
los mismos. Por esa regla de tres sería mejor sortear entre todos los
ciudadanos un viaje a Mallorca en un Hotel de cinco estrellas (No hablo de
Marivent). Este viaje con toda certeza sería muchísimo más barato y más justo
el regalarlo. Pensemos en ello. Simplemente es cuestión de tener un poco de
ética.