Penosa actuación otra vez por parte de los que nos dirigen
ante el primer caso de ébola en España y en Europa. Me refiero a la forma de
afrontar el problema primero, por nuestro Presidente del gobierno, luego por la
Ministra de Sanidad y finalmente por las declaraciones poco éticas del Consejero
de sanidad de la Comunidad de Madrid. Me preocupa mucho la poca humanidad que
se está teniendo sobre la auxiliar infectada por ébola ya no sólo por no haber
hecho unas declaraciones de apoyo a su
persona y familia desde el primer momento desde el ministerio de sanidad sino
por escurrir el bulto intentando convencer a la opinión pública de que la única
culpable es la víctima de la enfermedad. No hay ningún país democrático que
permitiera tal actitud y lo primero que habría hecho es primero, dar el mayor
apoyo y cobertura posible a la afectada y luego presentar las dimisiones
correspondientes por tan mala gestión. Era un verdadero espectáculo ver a la ministra
Mato en la comparecencia de prensa del pasado lunes evitando las respuestas y
poniendo una cara de no enterarse nada y escribiendo en un papel no se sabe qué
para evitar mirar al periodista correspondiente.
A continuación vinieron las declaraciones del consejero de
Sanidad de La Comunidad de Madrid tachando de irresponsable a la auxiliar y
luego de tonta por no saber quitarse el traje de protección. Aunque esto
hubiera sido cierto no se puede permitir a un cargo público que se trate a una
persona que está entre la vida y la muerte el decir tales barbaridades.
Me llama la atención que este personaje no haya dado en la
diana del asunto que es que no se puede repatriar a ciudadanos con ébola si el
país no está preparado para ello dados los recortes que su consejería está practicando
en los últimos años en sanidad. Están haciendo que el personal sanitario mejor
cualificado del mundo no pueda realizar su trabajo bien por falta de recursos humanos
y de instrumental. Porque no nos engañemos esta es la clave del fracaso de un
sistema sanitario cada vez más diezmado en todos los ámbitos.
Al tiempo que salía esta noticia, apareció otra, la de las
famosas tarjetas negras de Bankia, de las cuales se han beneficiado miembros de
todos los partidos políticos nacionales además de los sindicales. Para que
todos lo entendamos que tenían vía libre sin control para tirar de tarjeta en
los que viniera en gana. Y todos estos que desbalijaban Bankia, un tiempo
después todos les rescatábamos para que no se hundieran. Y yo me pregunto, ¿No
habría sido más fácil que todos estos cobardes defraudadores devolvieran todo y
se pudrieran en la cárcel?
Todavía recuerdo al señor Rato cuando todavía estaba en la
oposición dando clases de ética a los demás. Pues bien el gastarse casi 3000
euros en bebidas alcohólicas, entre otros gastos, utilizando el dinero de los
demás creo que no es ético.
Bien, lo que hicieron estos sinvergüenzas en Bankia ocasionó
que este banco fuera rescatado por todos y ocasionó que por ejemplo la sanidad
en Madrid esté como esté y cuando tenemos el primer caso de ébola se inculpe al
contagiado y no al verdadero virus de este país que es la corrupción.
Los políticos se defienden diciendo que no todos los
políticos son corruptos. Pero mi humilde opinión es que no todos los son pero
los que no lo son y deberían arreglar esta situación están cruzados de brazos a
ver qué pasa.
Y mientras tanto el presidente del gobierno dando ruedas de
prensa en las cuales la presa no puede preguntar. ¿Dónde está la libertad de
expresión?