A quince días de las elecciones
catalanas, Artur Mas ya ha conseguido una victoria que es que en la campaña
sólo se hable de la independencia de Cataluña del estado español. Ha logrado
que no sólo los políticos sino también la gente de la calle hable de lo bien o
mal que estaría Cataluña si se independizara. Nadie habla de los recortes, de
la subida de impuestos, del paro ocasionados por la incompetencia del señor Mas
y sus aliados de Esquerra Republicana.
El presidente de la Generalitat
ha conseguido que todo el mundo olvide el dinero que el señor Pujol y familia
llevaron a Suiza. Ahora nadie se acuerda de que
Artur Mas fue puesto por el señor Jordi Pujol para que siguiera su senda
de mentiras y culpar a los españoles de los males de Cataluña mientras ellos
por amor a Cataluña se llevaban su dinero a otro país.
Otro triunfo del señor Mas es
haber conseguido enfrentar a la sociedad catalana y española entre los que
están a favor y en contra de la independencia. Ha logrado introducir el veneno
a los ciudadanos para que sólo se hable de una cosa. En definitiva, intenta
llevar a cabo un proceso independentista sin tener en cuenta la opinión de los
que piensan distinto a él. Se salta la ley cuando le da la gana pero él pide
justicia para sus reivindicaciones olvidándose de las necesidades reales de su
gente. Los catalanes (según las últimas encuestas) consideran un problema mayor
el desempleo que la independencia, pero claro el señor Mas y sus secuaces intentan
hacer ver que todo se arreglaría si se estuviera fuera de España.
Este señor está haciendo un juego
de trileros, mientras los ciudadanos miran donde esconde la bola de la independencia,
él se carga la sanidad, educación, quita ayudas sociales y tapa la corrupción
de los suyos.
Todos los de su entorno se
vanaglorian de la gran manifestación el día de la diada en el que mucha gente reivindicaba
la independencia. Es obvio, que es una manifestación respetable y pacífica.
Está claro que los ciudadanos que estuvieron allí estaban haciendo un buen uso
de lo que es manifestarse en paz pero lo que no está nada bien por parte del
señor Mas y los suyos es utilizar esta manifestación para intentar hacernos ver
que es la inmensa mayoría. Artur Mas se olvidó de otra inmensa mayoría que no
fue a la manifestación y que cree que la independencia por imposición no es el
camino. Pero claro, el señor Mas de nuevo se olvidó de todos los ciudadanos
catalanes incluyendo los independentistas.