El diálogo conlleva siempre una
cesión por parte de una parte y de la otra lo cual casi siempre desemboca en
una mejora de la situación inicial. Es muy perjudicial el pensar y creer que
cada uno de nosotros tenemos una verdad infalible puesto que esta idea no nos
va a hacer avanzar y nos convertirá en personas prepotentes e ignorantes. No es
posible avanzar y evolucionar como ser humano si no nos movemos de posición y
si creemos que somos los más listos de la clase. La única manera de ver el otro
lado del mundo es hablando y dialogando con personas que piensan totalmente
distinto a nosotros para darnos cuenta que hay otras realidades que
desconocíamos y que nos hacen ver las cosas de una manera más positiva y
enriquecedora. Claro está que para que un diálogo sea productivo, primero tiene
que haber una reflexión personal además de una mentalización a realizar una
escucha activa. Si esto no se hace, nos vemos abocados a una frustración por
falta de avance a la vez que crece nuestra arrogancia.
Esto es tan básico que me llama
la atención como los líderes de los partidos no se den cuenta de ello o no
quieran enterarse por si las moscas.
Ahora estamos viendo al PP y
Ciudadanos intentando llegar a un acuerdo pero bajo mi punto de vista todo es un
falso diálogo puesto que ambas partes no llevan contenidos reflexionados de
antemano ya que un día dicen una cosa y mañana otra. La última es que están
discutiendo la definición del concepto corrupción política para no llegar a nada
y que los corruptos sigan campando a sus anchas y riéndose de todos los españoles.
Una persona con carácter dialogante no amenaza y dice que si no hay un pacto
para la investidura habrá elecciones el día 25 de diciembre. Dialogar implica
saber de lo que se habla (reflexión) y tener un carácter conciliador y no
amenazar de manera chulesca de que si no se hace como yo digo tú tendrás la
culpa de lo que ocurre. El señor Mariano Rajoy desde el 20 de diciembre lleva jugando
a parecer que hace pero no hace nada puesto que provocó unas segundas
elecciones y están provocando unas terceras. Estoy seguro que la peor noticia
para el señor Rajoy sería que PSOE se abstuviera puesto que le desmontaría todo
este juego en el que nos tiene inmersos y le tocaría gobernar con una inmensa
mayoría en contra y esto sí que sería su verdadera pesadilla. Entonces él se
siente más a gusto en el NO del PSOE a su investidura puesto que esto le hace
cumplir su mayor deseo que es terceras elecciones y sacar un mayor número de
escaños y evitar el dialogar de manera seria.
La situación es bastante dramática
puesto que se está viendo de manera muy clara los intereses de los distintos
partidos que no son los de la gente de a pie y esto se resume en que estamos
presenciando una lucha entre partidos para ver quién tiene más poder. Y yo me pregunto, en un estado democrático
no está el poder en el pueblo. Pensemos en ello.