Es bastante preocupante la oleada
de peleas entre jóvenes (muchos de ellos menores de edad) que sin mediar
palabra se tiran al por el primero que pillan, sin miramiento alguno golpean
una y otra vez sin ningún motivo y sin percatarse de que los golpes que están
dando pueden ser letales en algunos casos ya que según las últimas noticias ha
habido alguna muerte producida por este tipo de actitudes. Estos “valientes”
van en manada y atacan normalmente a otro joven que está sólo y lo único que
puede hacer es en ver cómo puede evitar algún golpe y que a estos descerebrados
les dé por irse y dejarle en paz.
Detrás de todos estos
comportamientos violentos por parte de gente joven hay una falta de valores y
de empatía que nos tiene que hacer reflexionar. Cada vez más los niños ven por
parte de los adultos actos violentos gratuitos como insultos, voces, golpes y
lo ven como algo normal. Por ejemplo, no puede ocurrir que falsos dioses como
Ronaldo empuje a un árbitro y la discusión sea de que le han caído muchos
partidos en vez de haber arremetido contra este jugador por haber agredido a la
máxima autoridad del campo de fútbol que es el árbitro. O ¿Qué ocurre? ¿Que por
equivocarnos nos merecemos un insulto o una bofetada? Claro esto los niños lo
ven e imitan y creen que pueden salirse con la suya sí o sí pero sin pararse a
pensar antes de hablar y buscar con la reflexión la solución a un problema que
es los diferencia de los animales.
Estos niños si no han recibido
las pistas adecuadas para saber reflexionar y ver que no siempre se tiene la
razón e intentar buscar otros puntos de vista o debatir de manera civilizada
tus argumentos, provocará en un futuro jóvenes que ven divertido el pegar a una
persona hasta que a veces por desgracia esta víctima ya no se levantara nunca más
y lo peor de todos es que luego muestran su arrepentimiento al juez pero la
vida de ese otro joven y el dolor causado a su familia nunca va a ser repuesto.
Tenemos que ser muy exigentes con nosotros mismos en qué
decimos, cómo lo decimos para luego ser exigentes con todos aquellos que
alientan la violencia que muchas veces están en los medios de comunicación,
líderes políticos, sindicatos u otros organismos.
Si queremos la paz primero tenemos
que creernos lo que significa esta palabra y ponerlo en práctica porque si no estaremos
dando el peor ejemplo a los más pequeños que como siempre imitarán lo bueno y
lo malo.
Otro ejemplo, es el que podemos
ver estos días en el que algunos antisistema está molestando a los turistas de
bien que vienen a conocer nuestro país y dan buena imagen. Pero todavía no he visto
manifestaciones multitudinarias para que no vengan sinvergüenzas a nuestro país
a destrozar todo lo que pillan como por ejemplo en Mallorca.
Para terminar, estamos generando
con todo esto que una parte cada vez más grande de jóvenes revindiquen con
violencia el tener todos los derechos posibles pero con la ley del mínimo
esfuerzo, es decir, que todo sea gratis pero sin pagar impuestos, y si no me lo
dan pues te “parto la cara”. Pensemos en ello.