La semana pasada pudimos volver a ver
que la clase política no ha estado a la altura de las circunstancias durante
los homenajes a las víctimas y familias de los atentados terroristas de
Barcelona y Cambrils
Por un lado, los independentistas poniendo
pancartas en contra del Rey y haciendo proclamas en contra de España mientras
el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ese mismo día por la tarde,
afirmando que hay que atacar al estado español.
Por otro lado, partidos como PP y Ciudadanos
cayendo en las provocaciones y poniéndose muy duros para que no se permitiera
ese tipo de afirmaciones y actos, entrando en una dinámica más de patio de
colegio que de personas maduras.
Lo triste es que unos y otros se
recriminaban públicamente, haciendo desvanecer lo verdaderamente importante que
era el estar unidos frente al terrorismo y acompañar a las familias en todo
momento.
Pero no, lo sangrante es que la clase
política no tenga la sensibilidad necesaria para lograr controlar sus instintos
más básicos y estar a la altura del momento en cuestión. Además el mensaje que
están dando a la sociedad es que les importan un carajo las víctimas, los familiares
y la verdadera convivencia. También muestran el grado de hipocresía que tienen ya
que, por un lado, nos dan un mensaje de concordia y paz pero por otro lado, se
tiran los trastos como niños pequeños sin pensar en nada más.
Otro ejemplo de todo esto son las afirmaciones públicas
del presidente de la Generalitat de no querer estar con el Rey en un acto como este.
Creo que seas o no republicano hay que tener la educación suficiente para saber
que tus ideas en este momento no son lo importante sino dar una muestra de
unidad ante el terrorismo a pesar de las diferencias políticas de cada uno.
Toda esta mezcla de situaciones lo que hace es debilitar
el verdadero sentido que tiene la labor política que es la de servir a la
ciudadanía y eso implica que el centro de todo debiéramos ser nosotros y no lo
que está ocurriendo. Mientras tengamos líderes políticos que sólo les importe
su ombligo y generen odio y enfrentamiento en lugar de lo contrario estaremos
en un clima de hartazgo ante los que en teoría debieran estar solucionando
nuestros problemas.
A veces creo, que algunos están viviendo muy bien con
todo esto para ocultar sus debilidades y su inoperancia. Quiero decir que los
independentistas están vendiendo el cuento de independizarse de España para
ocultar la incapacidad de solucionar los problemas sociales que tiene Cataluña.
Y por otro lado, los partidos partidarios por la unidad de España les viene muy
bien que haya independentistas para así sólo hablar de esto y no de cómo
solucionar los verdaderos problemas de los ciudadanos.
Han logrado todos ellos que sólo se hable del problema
catalán, unos a favor otros en contra, y han llenado la parrilla televisiva de
debates vacíos de solucionar el problema y llenos de ambición por batir records
de audiencia. También ha llegado a la calle y podemos presenciar discusiones
sobre estos temas en bares, mercados, reuniones familiares…
Pero aun así, ¿No podrían los políticos haber guardado
las composturas y haberse comportado correctamente en un acto como este?