El grado de crispación e impotencia por parte de la
ciudadanía va subiendo de intensidad a medida que van surgiendo más casos de
corrupción. La sensación personal de cada uno de nosotros es de rabia y quemazón
e inmensas ganas de salir a la calle y decir basta. Los ciudadanos cada vez
menos (y con razón) respetamos menos a todas las instituciones públicas por su
parcialidad ante casos solemnes de corrupción ya que en vez de presentar
dimisiones en cadena se aferran al poder y a sus sueldos estratosféricos
mientras el ciudadano de a pie se hunde en su miseria del día intentando el que
tiene suerte de mantener su trabajo y casa y el que tiene menos fortuna el
mendigar ayudas que no le conceden por el Estado Burocrático al que estamos
sometidos.
El culmen de toda esta situación la corona el “Caso Urdangarín”
en el cual se está viendo que la Justicia es una marioneta en manos de los más
poderosos y se están intentando manipular todas las pruebas o al menos entorpecer
la labor de la Justicia para evitar que parte de la culpa caiga sobre la
Infanta Cristina y en definitiva de la Corona Española. ¿Qué me hace afirmar
esto? Pues bien hace unos meses el Juez Castro imputó a la Infanta e inmediatamente
el Rey contrató a los mejores abogados para mover todos los hilos posibles para
desimputarla y así fue ya que el Tribunal Supremo dijo que NO había pruebas
suficientes para tal imputación. Unos meses después se presentan aún más
pruebas y no les queda más remedio que asumir lo inevitable que es que tiene la
Infanta que ir a declarar y además sus abogados afirman que lo va a hacer
voluntariamente. ¿Desde cuándo un imputado acude al Juzgado voluntariamente? El
colmo de todo esto es que todos estos “trapicheos” lo estamos pagando todos de
nuestro bolsillo ya que somos los que llevamos financiando a la Monarquía de
este país para que viva como vive y se vaya de vacaciones siempre que quiera y
tengan un tren de vida alejado de lo que los ciudadanos querríamos que
tuvieran. Es obvio que la Justicia está siendo manipulada no sólo por este caso
sino por otros en los que están implicados actuales Ministros que en su época
de oposición la condenaban de manera enérgica y ahora parece que no existe.
Llevo tiempo diciendo que la manera en que los políticos
están actuando ante estos casos es al menos sospechoso de que son culpables y
que lo único que les preocupa es su puesto y sueldo. Se ha dado millones de
euros a los bancos para que ahora digan que han tenido beneficios mientras
ahogan a los ciudadanos y pequeños empresarios.
Volviendo a la Infanta Cristina, otro de los privilegios obtenidos
por ser hija de quien es, es que ha
conseguido bajar a los Juzgados en coche y eludido el arco de seguridad de los Juzgados cosa que a ningún otro ciudadano le otorgan
y que sólo consiguen los “niños mimados y de papá” y vaya papá que tiene nada
menos que el Rey de España que nos pide en el discurso de Navidad que todos
amemos España. Pues claro que amamos este país lo que no amamos es la gente que
nos representa que con datos diarios demuestran que no les importamos nada o es
que ¿Su Majestad va a prescindir de todos los caprichos que le rodean entre otras
cosas el costear con nuestros impuestos tapar todos los trapicheos de su hija y
yerno?
De lo único orgulloso que me siento de este país es de mis conciudadanos
que día tras día intentan sacar adelante este país con el sudor de su frente y
tratan de que sus hijos tengan un futuro mejor con las fuerza cada vez más
diezmadas debido a la inseguridad laboral y recortes de todo tipo entre ellos Educación
y Sanidad.
Finalmente decir que lo único que pedimos es que haya
Justicia de verdad caiga quien caiga. El problema es que cada vez somos más los
que creemos que hasta la Justicia pertenece a unos pocos.
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