Es evidente que si somos lo que
somos y actuamos como actuamos es por culpa de las circunstancias que nos han
rodeado desde el momento que nacemos.
Está claro que una sociedad es
más fuerte y más equilibrada si los individuos que la conforman son estables y
han recibido un impulso y apoyo emocional en su entorno más cercano (familia) y
a una edad muy temprana.
Es un hecho que la familia en los
últimos 30 años ha cambiado y ya no predomina sólo un tipo de organización
familiar pero aquí no está el fracaso de si los hijos de una familia, sea del
tipo que sea, vayan a sufrir unas secuelas irreparables para toda su vida (cosa
que algunos intentar hacernos ver).
En los últimos años, está
aumentando el número de niños que desde una edad muy temprana no tienen la
atención de sus padres y no me estoy refiriendo a lo más básico porque en
muchas ocasiones nuestros hijos tienen muchísimo más delo que nosotros
teníamos. Me refiero a que los padres tienden a dejar en manos de otros la
atención emocional y estos niños son criados por desconocidos y pasan
prácticamente la mayor parte del día con personas que no deberían ser su
referencia para que más adelante tengan una estabilidad emocional adecuada.
Todos estamos de acuerdo en el
rechazo absoluto a cualquier tipo de violencia física o verbal sobre los
menores y a todos nos produce un dolor profundo cuando oímos noticias en las cuales
menores han sufrido cualquier tipo de abuso por parte de sus progenitores.
Pero igual que digo esto es
bastante lamentable que no cataloguemos de abuso el que sufren cada vez más niños
por parte de sus padres, que por un lado les dan todo lo que quieren, pero por
otro les quitan lo más importante que deberían tener que es el tiempo y cariño
de sus padres. Es cierto, que cada vez más, los padres meten a sus hijos en
infinidad de actividades extraescolares lo que primero les impide jugar y
segundo les quita tiempo para estar con sus padres. Esto es muy grave ya que
estos niños se acostumbran a ver a sus padres como a alguien que les pagan todo
lo que quieren pero que no están cubriendo ese vacío emocional que les va
destrozando por dentro y que más adelante puede causarles mucho daño.
Estos niños al pasar tantas horas
sin sus padres y sin vivir con ellos cosas cotidianas como charlar sobre
cualquier cosa, de que sus padres se den cuenta de si les pasa algo, terminan
con un grado de frustración muy alto que provoca en ellos una infelicidad nada
propia de su edad.
Cuando llega la adolescencia en
muchos casos esto explota y tenemos jóvenes que se juntan con otros jóvenes que
tienen un factor común, el vacío emocional, y tratan de hacerse compañía y
utilizar por ejemplo la violencia (muchas veces multiplicada por el consumo de
alcohol y drogas) sobre otros sin saber muy bien por qué tienen esa actitud
violenta y poco a poco se van sintiendo cada vez peor pero no pueden parar esta
conducta violenta y les frustra por cada vez son más infelices.
Por otro lado puede pasar que
estos adolescentes no sean violentos pero les cueste integrarse con gente de su
misma edad y acaben terminado con una sensación de incomprensión sin motivo
alguno pero muy frustrante para ellos.
Tanto unos como otros tienen unos
padres desbordados que buscan ayuda y echan la culpa a todo el que si mueve sin
ver que lo verdaderos culpables fueron ello cuando decidieron abandonar a sus
hijos sin darles su tiempo.
Todos estos jóvenes cuando llegan
a la adultez suelen ser gente insegura muy fácil de frustrarse, algunos de
ellos con problemas serios, y en definitiva dentro de una sociedad la cual
perciben como poco útil parar que les resuelva sus problemas.
Y todo ello por unos padres
irresponsables que un día decidieron tener hijos sin tener en cuenta lo más
importante que es el lado emocional. Que a un hijo hay que educarle estando con
él y esto se puede hacer desde algo tan insignificante como cuando son bebés,
vestirles, darles de comer, bañarles. Cuando son niños, haciendo la tarea con
ellos, salir a pasear, ver una peli, verles crecer, reñirles cuando hacen las
cosas mal, darles un beso cuando hacen las cosas bien. Cuando son adolescentes,
entenderles, hablar, ser firme cuando la situación lo requiera. Y así de esta
manera tan sencilla serán unos adultos equilibrados y muy útiles para la
sociedad.
Claro para todo esto se necesita
algo muy simple: TIEMPO. Por lo que si esto no lo tienes claro, mejor que no
tengas hijos, es mejor que te compres un móvil de última generación y si te
cansas de él no pasa nada, lo guardas en un cajón que este no sufrirá.