miércoles, 20 de julio de 2016

Los independentistas han dejado de serlo



Lo que está ocurriendo en los últimos 7 meses dentro de la clase política es el esperpento absoluto por todas las contradicciones a las que están cayendo constantemente. Hoy dicen una cosa, mañana otra totalmente distinta y pasado mañana ya veremos. Esto lo único que muestra es una falta de criterio, seriedad y entereza.
La última ha sido ayer mismo en la votación a la presidencia del congreso la cual ha ganado la
candidata del PP Ana Pastor gracias a los votos de Ciudadanos y parece ser que a los votos de
partidos nacionalistas partidarios de la Independencia de España.
Ahora el PP ha cambiado de opinión y lo que antes eran líneas rojas y prohibía a otros partidos incluso hablar con partidos catalanes y vascos para conformar un gobierno, ahora el PP no es que no le parezca mal sino que pactan con ellos a saber qué con tal de controlar el congreso y llegar a la presidencia.
Esto me recuerda al Aznar que pasó de odiar todo lo relacionado con Cataluña a afirmar que hablaba catalán en su intimidad.
El PP históricamente siempre ha tenido la manía de que cuando a otros les toca formar gobierno, utilizan los medios de comunicación para calumniar con el fin de que no salga ese posible gobierno. Pero cuando les toca a ellos conformar gobierno todo vale y afirman que lo hacen por el bien de España. Claro que eso es lo que han hecho con su corrupción tapándolo todo o intentar hacer ver que son casos puntuales.
Todavía no he visto a ningún medio de comunicación, que criticó al PSOE porque quería dialogar con los nacionalistas un pacto para poder gobernar (lo cual se ha probado que no ha sido así), salir a la palestra para decir al señor Rajoy qué hace negociando con los que quieren romper España. Es obvio que algunos están exagerando las cosas cuando no quieren tomar la iniciativa de formar gobierno y cuando lo tienen que hacer parece que todo cambia.
Es igual que cuando el PP decía en la oposición que la crisis era severa y por culpa del gobierno de turno pero cuando entraron a gobernar en el 2011 parece que la crisis ya no lo era y que el número de parados ya no existía.
Pues bien, mucho me temo que nos vamos a tener que acostumbrar a este tipo de contradicciones dialécticas que describen la mentira que envuelve la política.

viernes, 15 de julio de 2016

La bestia que llevo dentro de mí



Todo el mundo llevamos dentro de nosotros una bestia que tarde o temprano sale para ponernos a prueba. Es como la tempestad que viene después de un día soleado y tranquilo, lleno de paz. Esta bestia nos trata de hundir en su fango para comprobar nuestra resistencia.
En muchos momentos parece desaparecida hasta que de manera repentina y sin esperarlo ataca y nos lleva del día a la noche más horrorosa y terrorífica.
En ese instante gobierna el estado de la duda y de la fragilidad que junto a la debilidad nos pone entre las cuerdas de ese “ring” cuya dueña nos mira para ver si caemos.
Ante esta situación surge en nosotros el instinto de supervivencia y empuñamos la espada como el guerrero medieval y después del aturdimiento inicial, empezamos a luchar. Cada golpe es un acto de fe que nos hace más fuertes. Cada segundo en pie, nos llena de  motivación y resistencia. Al finalizar la lucha, estamos cansados pero contentos de estar vivos aunque con nuevas heridas de guerra. Este momento es el en el que nos gustaría quedarnos eternamente, es decir, momento de paz después de una intensa guerra. Sin embargo, la experiencia nos dice que ese momento placentero es efímero y que la bestia volverá para probarnos de nuevo. Lo que no sabe ella es que ahora somos más fuertes y estamos mejor preparados para una futura batalla.
La rendición no debe estar en nuestra mente aunque a veces tengamos las rodillas hincadas en un suelo de alfileres que nos hace querer tirar todo por la borda pero en ese momento nos viene la imagen de ese momento placentero después de la batalla que es el que no hace levantarnos de nuevo y ser más fuertes.
Es obvio, que estamos en constante alerta por nacer con esa bestia interior. La clave está en si queremos luchar y hacernos más fuertes o caer definitivamente es sus manos y dejar la experiencia encerrada en la celda de la torre más alta.

“La Bestia acaba de llamar a mi puerta, la ha marcado con una roja marca,
Desciendo a por ella y sé que no va a ser nada fácil salir de esta situación.
Cada golpe que me asesta, me aleja de  mi realidad e ideales.
Retomo la lucha y doy golpes que significan lucha y paz.
Finalmente, hago que las Bestia huya y nos despedimos con un “hasta pronto”.
Sé que volverá y ella sabe que le estaré esperando.”

(Verdad Sencilla)