viernes, 30 de octubre de 2020

¿Libertad o libertinaje?

Cuando las cosas van bien, es muy difícil ver los puntos débiles que tenemos ya que estamos en un momento de euforia que camufla lo peor que llevamos dentro. Sin embargo cuando las cosas se tuercen hay dos maneras de afrontarlas, una es el no aceptar la situación y por lo tanto no buscar soluciones, o bien, reflexionar e ir buscando la manera de ir aprendiendo la forma de recuperarse y por consiguiente salir reforzado.

Pues bien, llevamos nueve meses inmersos en una crisis sanitaria inédita para todos,  la cual genera mucha incertidumbre y pocas certezas de cómo solucionarlo a corto plazo. Es obvio, que los que nos gobiernan deberían darnos unas directrices claras y simples sobre cómo actuar para evitar dudas e incertidumbre ante este gran problema. En vez de esto los ciudadanos nos estamos encontrando huérfanos y sin ayuda por parte de los que se supone tienen que organizar un plan para que el día a día de los ciudadanos sea menos complejo y más fácil de afrontar. Lo sorprendente es que llevamos años de una inoperancia política bastante grande incluso cuando las cosas iban medianamente bien. El problema es que ante una situación tan grave como la que estamos viviendo se está viendo el estado de bienestar tan endeble que tenemos y cómo pilares tan fundamentales como la educación y la sanidad están funcionando bien no por la buena gestión de los que nos dirigen sino por la vocación de sus profesionales que a pesar de darles la espalda siguen trabajando en muchos casos de manera muy precaria por la falta de recursos. Claro, esto me lleva a preguntarme dónde va realmente el dinero que todos pagamos a través de nuestros impuestos. En temas importantes, no. Estamos viendo una falta de empatía por parte nuestros líderes políticos ante la pandemia que estamos viviendo, durante la cual nos dicen que tenemos que ser responsables pero ellos no lo son y hacen todo lo contrario a lo que predican.

El mayor problema es que la ciudadanía se está acostumbrando a esta mediocridad y parte de la población se está contagiando de eta incompetencia y se está comportando de una manera irresponsable y sin ningún compromiso social y solidario sobre los demás.

Por culpa de todos los espectáculos bochornosos que vemos todos los días por parte de los que nos gobiernan está empezando a surgir una forma de vivir muy superficial, egocéntrica, antisocial y poco productiva que está debilitando los mimbres fundamentales de nuestra democracia.

Está creciendo una irresponsabilidad manifiesta de ciertos ciudadanos que no respetan las normas básicas de salud y muestran una actitud chulesca y en algunos casos agresiva ante quiénes les reprenden dicha actitud. Es más, se manifiestan gritando LIBERTAD porque se les está pidiendo que controlen sus impulsos primarios de salir a ciertas horas. Y digo yo, qué tiene que ver esto con la libertad. Confunden libertad con libertinaje y confunden la libertad de movimientos con hacer lo que me da la gana en cualquier momento sin pensar en el otro. Estamos viendo a gente insensible que se lamenta de que no puede ir en grupo, por ejemplo, a una terraza sin pensar en el que tienen al lado. Estamos presenciando lo que llevamos sembrando desde hace años, niños malcriados que lo han tenido todo sin esfuerzo y ahora quieren seguir teniendo todo a costa de pisar lo más sagrado que tenemos: nuestra vida. Hemos dejado primar el egocentrismo frente a la comunidad y ahora va a ser muy difícil salir de esta situación.

Además veo que hay algo más peligroso que el COVID19 que es el bajo nivel cultural de las personas y el desconocimiento de los acontecimientos históricos que nos hicieron grandes como sociedad. Cada vez lo tengo más claro que este es el caldo de cultivo que quieren nuestros políticos, una sociedad cada vez menos preparada y que solo quiere satisfacer sus instintos más básicos y llenar sus egos.

Mucho me temo que esta crisis social y ausencia de identidad comunitaria nos va a llevar a unos años de mucha incertidumbre y oscuridad.

jueves, 9 de abril de 2020

¿Patriotismo?


Estamos viviendo un momento histórico que la inmensa mayoría ni sabíamos que iba a ocurrir ni lo imaginábamos en el peor de nuestros sueños. Llevamos encerrados casi cuatros semanas por algo invisible que los científicos denominas COVID-19. El causante de todo esto es este virus que ha puesto en jaque a casi todo el mundo y la inmensa mayoría estamos encerrados en nuestras casas no solo para no ser contagiados sino también para no contagiar a una parte de nuestros conciudadanos más vulnerables.
En general, estamos siendo ejemplo de solidaridad con este gesto y otros que están surgiendo de manera espontánea. Lo que hace grande a un país es que ante una situación de alarma general nuestro comportamiento debe ser responsable y siempre mirando el beneficio que ejerzo hacia los demás con mi comportamiento individual.
Un país es grande cuando a pesar de nuestras diferencias todos remamos al unísono y arrimamos el hombro y nos alegramos de los logros conseguidos por el otro. Esto es la esencia del patriotismo y de sentirse orgulloso del país donde naciste.
Teniendo en cuenta lo que acabo de mencionar no entiendo por qué en este país ante retos tan importantes como el que tenemos entre manos siempre hay personas que intentan sacar beneficio propio de las calamidades de los otros. Por ejemplo, sigue habiendo programas de televisión y de radio que mienten una y otra vez con tal de tumbar a los que ahora nos gobiernan, no asumen que ellos nos son los que tienen que tomar las decisiones y no ven que el problema es tan grande que lo que se necesitan son buenas ideas y actitudes para dar solución a este gran problema. Pues bien, hacen todo lo contrario, generan dudas y miedos entre la ciudadanía y lo más duro, no respetan el luto de todos los ciudadanos que tienen familiares que  no han superado la enfermedad.
Por otro lado, nos encontramos a algunos partidos de la oposición que están preparando más el día después que lo que tienen que hacer ahora. Quiero decir, están ya planificando conseguir el poder sea como sea sin apoyar en nada referente a  cómo arreglar el problema. Y repito aquí no hay ideologías, no hay gente de izquierdas, derechas, centro, independentistas etc., aquí estamos hablando de salvar vidas y creo que algunos lo que están intentando hacer es salvar votos más que en arrimar el hombro.
Es duro lo que se está viviendo pero mucho me temo que va a ser muchos más duro el día después puesto que no va a haber altitud de miras para afrontar lo que se nos viene encima puesto que las hienas huelen la carroña a kilómetros de distancia y lo que van a tratar es de aprovecharse de la miseria.
Todos esos que se enredan en banderas y Viva España, creo que su bandera no tiene nada que ver con la del patriotismo y más que Viva España quieren un Muera España. Este es un virus más letal que el que se está intentando combatir ahora mismo.