Miguel Arias Cañete ejemplo de Indecencia

El debate de la semana pasada entre Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano ha provocado muchos titulares de prensa pero no por la nula brillantez de las ideas que se propusieron sino por las declaraciones que el Señor Arias Cañete dijo en un programa de televisión al día siguiente. Está claro que no voy a comentar lo que me produjo ese debate carente de ideas y lleno de mensajes tipo "Y tú más" ya que todos o casi todos tenemos la misma opinión. Lo que desde aquí quiero mostrar es mi repugnacia absoluta a la respuesta que dio el Señor Arias Cañete en este programa que comento ante la pregunta de por qué estuvo o pareció tan inferior a las Señora Valenciano. La respuesta que ya todos habremos oído una y otra vez fue que "No quiero mostrar mi superioridad intelectual ante una mujer ya que me tacharían de machista." Increíble pero cierto. Un candidato a reprentarnos en Europa mostrando tal desprecio no sólo a la Señora Valenciano sino a TODAS las mujeres. Y el puede decir que no es machista ni nada parecido, pero lo que dijo es lo que es. Lo que me sorprende es que si delante de una cámara se atreve a decir esto, ¿Qué es lo que diría detrás de ella?
La falta de educación y decencia de este personaje aumenta puesto que tardó prácticamente una semana para pedir disculpas ante tal comentario. Esto lo único que hace es definirle aún más y es claro que una persona con dos dedos de frente no le cree en su intención de pedir disculpas pero sí muestra lo corrupto que puede ser un personaje político para poder llegar a tal extremo.
Conectando con este tema podríamos extrapolarlo a cantidades de comentarios desafortunados que líderes políticos dicen una y otra vez y ninguno pide disculpas. Lo primero que haría una persona decente sería presentar la dimisión y no volver a hablar en público. pero por desgracia en este país tenemos otro record a parte del número de desempleados que es el número de políticos que ante casos como este, de corrupción, de chanchullos...no presentan la dimisión. Y luego les llama la atención que el pueblo cada vez esté más separado de la clase política y que parece ser según las últimas encuestas sobre intención de voto la abstención parece cada vez mayor.
Por otro lado el Ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ahora va a perseguir a todos aquellos que escriban por las redes sociales mensajes que pueden ser delito. Primero decir que estoy de acuerdo con la medida, es decir, mano dura para los descerebrados que se ocultan en la red para desear cualquier barbaridad a una persona. Totalmente de acuerdo pero este mismo esfuerzo debería también hacerlo para los descerebrados de la clase política que escriben a diario barbaridades de la misma índole, o bien, afirmaciones públicas como las de Arias Cañete. O a caso, ¿No se ha preguntado el Ministro de Interior cómo se siente ante tales declaraciones una mujer que sufre violencia de género? ¿Por que no ha mostrado su total desacuerdo de inmediato  ante tales declaraciones? Creo tener la respuesta y cada día que pasa no tengo la menor duda que la Democracia está secuestrada y la decencia y las buenas formas también.

La Democracia ficticia de los Sindicatos

Es bastante paradójico el origen por el que fueron creados los Sindicatos con respecto  la filosofía que tienen en la actualidad. Está claro que el germen de lo que ahora conocemos como sindicatos fue el lograr que los trabajadores tuvieran unos derechos, una jornada laboral que no rozara o estuviera en los parámetros de la esclavitud. De ahí surgieron movimientos obreros cuyo fin era pelear por estos derechos y todos los trabajadores juntos para conseguir tal fin. Después de muchos años se consiguieron multitud de logros, pero ahí está la paradoja que antes mencionaba porque los movimientos sindicales de la actualidad han perdido por completo el motor que les movía y ahora tienen otros intereses y finalidades, hasta tal punto que están más cerca de la patronal y la clase política que de los obreros.

Es llamativo cómo funcionan, más bien parecen una secta en la cual todos tienen que pensar igual porque si no lo haces te linchan y arremeten contra tu persona y todo lo que te rodea. Por ejemplo, es muy opaco la manera en la que se eligen los liberados sindicales que la mayoría de las ocasiones no salen de un proceso democrático sino de los años en los que estando afiliado HAS LAMIDO EL CULO a tus superiores y así llegar a tu ansiada liberación y ahí llega otra contradicción porque en muchos no hay fecha de caducidad de dicha liberación y pueden estar años y años calentando una silla e intentando poner zancadillas a su alrededor para que nadie les quite tal puesto. Por otro lado, están los conocidos Comités de Empresa que siguen las mismas directrices, gente que lleva años en un sindicato y son elegidos de manera poco clara con listas únicas en las cuales el bacalao ya está vendido y no tienes ni opción de ser una alternativa o de tener otra en la posición de otros compañeros. De ahí que muchos comités de empresa se nutran de gente poco favorable a la crítica (la anulan completamente) y se rodean de marionetas que les hacen el trabajo sucio, espían a sus compañeros para luego contar al líder de este comité quién está en contra de ellos y hacerles la vida imposible. Están simplemente para estar blindados en caso de despidos y dejan la elección democrática de lado, gente sin escrúpulos y auténticos hooligans que arremeten contra todo lo que se mueve.

Además de esto yo me pregunto si un sindicato tuviera que vivir de la cuota de sus afiliados, ¿podría sobrevivir? La respuesta es no. Ya está el “Papá Estado” que financia a estos sindicatos y los compra para que hagan lo que él quiera. Y ante esta situación, ¿quién pierde? Por supuesto, los obreros que nos levantamos toda la mañana con el fin de llevar el pan de cada día a nuestros hogares para que estos sinvergüenzas se rían a la cara y se sientan superiores y seres intocables.

Ante este panorama de líderes sindicales elegidos a dedo, comités de empresa ídem, ¿qué nos queda? Pues desde nuestro pequeño ámbito revelarnos puesto los que deberían defender nuestros derechos están preocupados primero de seguir en ese estatus privilegiado con un sueldo vitalicio sin hacer su función que es defender al obrero y no a la patronal porque está claro que esta es la que gana ante esta situación.

Así que ya sabes, ten los ojos abiertos y no te dejes engañar por las apariencias.