jueves, 27 de noviembre de 2014

Los corruptos nos dan clases de corrupción en el Congreso



El despilfarro del presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, utilizando dinero público para intereses personales ha destapado la “caja de los truenos”. Lo que ha hecho el señor Monago se puede extrapolar a lo que muchos de los diputados y senadores  hacen a diario con el dinero que en principio tendría que ser utilizado para actividades relacionadas con su labor política.
Pues bien, para distraer la atención, el susodicho expresa públicamente su malestar porque le han destrozado su vida y la de su familia por meterse en su vida privada. Decir tal disparate es directamente proporcional al mal uso que este señor ha hecho de lo fondos públicos. Aquí la cuestión es que a los ciudadanos nos importa un carajo la vida privada de este señor pero si se gasta el dinero público para tener unos encuentros personales quién sea que se los pague él de su bolsillo.
Este caso ha dejado en descubierto el mal uso que los diputados y senadores hacen del dinero público. Se ve que ven normal el utilizar el dinero que se les asigna para intereses públicos para hacer de ello lo que les dé la gana. Otro ejemplo de despilfarro, es que a los diputados que viven fuera de Madrid se les da 1800€ para pagar el alquiler de un piso en la capital y algunos lo que hacen es coger el dinero e ir y venir en tren desde su domicilio habitual lo cual implica que se quedan con los 1800€ más otras remuneraciones.
De nuevo, ha sido llamativa la alianza PP-PSOE (Para tapar sus vergüenzas) para votar en el congreso un mayor control de estas dietas, lo cual quiere decir que los que nos roban, hacen un apaño para que no les pillen.
Es muy frustrante el ver como a los ciudadanos nos cuesta cada vez más llegar a fin de mes, que a casi nadie nos pagan dietas y otros gastos y mientras tanto ellos todo gratis hasta el internet de su casa. ¿Cómo van a entender los problemas de la gente, si ellos no se aprietan el cinturón?
La última perla ha sido la dimisión de la Ministra de Sanidad, Ana Mato, que ya era hora que lo hiciera (Y otros muchos más que lo tendrían que hacer). Se ha visto abocada a dimitir porque hoy en el Congreso el PP iba a presentar las medidas para combatir la corrupción. Los corruptos nos dicen lo que hay que hacer para evitar la corrupción (Será porque son expertos) Esto es el mundo al revés, los que nos roban, hacen una ley que se ajusta a su medida para no ser pillados. ¿No sería más justo el hacer una legislación más dura para combatir la corrupción?
Si echamos cuentas de todo lo que ha robado, más el uso del dinero público por parte de senadores y diputados, y como consecuencia los recortes que sufrimos los ciudadanos, me hace llegar a una conclusión: ¿Merece la pena estar sentado aguantando tal  despropósito?

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