Después de ver la última rueda de prensa de Esperanza
Aguirre queda confirmado que “la realidad supera a la ficción”. Digo esto
porque después de haber hecho una campaña destructiva en el sentido que en vez
exponer sus ideas de lo que quiere que sea Madrid se ha dedicado ha intentar
calumniar e insultar a todos sus adversarios políticos tachándoles a todos
ellos de antidemócratas argumentando que sólo con ella iban a permanecer las
instituciones democráticas tal cual las conocemos. Ahora pide al PSOE y Ciudadanos que se unan a ella puesto que los considera
amigos de la democracia y que echen al partido de Ahora Madrid puesto que según
ella quieren utilizar la alcaldía de Madrid como trampolín para instaurar a
partir de noviembre un estado dictatorial.
Según esta señora lo que antes era negro ahora es blanco y
como los ciudadanos madrileños han decidido de manera democrática no darle la mayoría
absoluta ahora quiere quitársela a los que posiblemente puedan gobernar.
El decir que Ahora Madrid van a tumbar a la democracia es
mucho decir ya que han sido elegidos por los ciudadanos y si estos ven que no
cumplen con lo prometido dentro de cuatro años elegirán otra opción.
Aquí no es cuestión de que te guste más Podemos, Ciudadanos,
PSOE o PP sino que hay que respetar lo que democráticamente los ciudadanos han
elegido. Y es obvio que la señora Aguirre no sabe lo que es la democracia en el
sentido que no respeta lo más fundamental que es el asumir lo que los ciudadanos
han decidido en Madrid un cambio de dirección.
Claro está que detrás de la rueda de prensa de Aguirre no son
sus palabras aparentando una preocupación por los madrileños sino que puede haber una preocupación personal. La
preocupación de que gente nueva entre en el poder y destapen todo el
despilfarro y corrupción habido en los últimos 20 años en Madrid de los cuales
la principal responsable es ella ya que lleva años siendo la presidenta del PP en
Madrid.
Lo cual también me hace pensar en el tiempo que pasa desde
las elecciones hasta que se conforman los gobiernos (si no que se lo digan a
los andaluces) que es una ventaja para que los "chorizos" borren las pistas de
sus tropelías.
Es tal la preocupación de tales impresentables que las
máquinas destructoras de documentos están trabajando a destajo para dejar
limpio los despachos a sus nuevos moradores. O ¿acaso alguien piensa que es una
casualidad?
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