lunes, 27 de junio de 2016

Respetemos lo que el pueblo ha decidido



Ahora en caliente, después de las elecciones del 26J, podríamos hacer un análisis erróneo de lo que ha sucedido. Los medios de comunicación nos están y estarán bombardeando con opiniones dispares y muchas de ellas erróneas, como por cierto también fueron los distintos sondeos preelectorales. Bajo mi punto de vista, el voto del ciudadano es sagrado y si más de siete millones de ciudadanos han decidido que el PP sea el que lleve la iniciativa tiene que ser así y que los demás partidos no hagan juego de palabras con tal de alargar la puesta en marcha de un gobierno.
Para muchos puede ser incomprensible e irracional que el partido que ha sido el abanderado de la corrupción y los recortes sociales sea el que tenga más escaños, y no pase por todo esto a la oposición a hacer un acto de limpieza. Sin embargo, los datos objetivos (no las encuestas) dicen que el PP debe ser el que conforme un gobierno junto con otros partidos ya que este no tiene la mayoría suficiente como para valérselas por sí mismo. Es obvio que el PP tiene dialogar y consensuar y no imponer puesto que no tiene mayoría. Por lo cual tendrá que cambiar de estrategia y esperemos que no traicione otra vez a sus votantes negándose ante el rey a intentar unos acuerdos que le lleven a la investidura.
Un tema es todo lo que ha ocurrido dentro del PP sobre la corrupción y otra cosa es no respetar a sus votantes por haber tomado esa decisión. Creo que el tiempo puede dar o quitar la razón a unos y a otros. Esto  no quiere decir que el PP interprete los resultados como un mensaje que le lleve a seguir haciendo lo mismo y se olvide de sus casos de corrupción y siga sin hacer nada contundente. Que nadie olvide que le PP ha perdido cuatro millones de votos desde las elecciones de 2011 posiblemente por estos motivos.
Por otro lado, el PSOE debería olvidarse de si es la primera fuerza de izquierdas ya que Podemos finalmente no le ha ganado, y centrarse en hacer una oposición constructiva y frenar lo que ellos crean que no es justo para los ciudadanos. Porque si ha perdido en los últimos años cinco millones de votantes es porque una gran parte de la ciudadanía no está de acuerdo con el mensaje que transmite ni con su labor en la oposición. El PSOE debería plantearse hacer una oposición constructiva y renovadora que le haga volver a tener expectativas de volver a poder gobernar en un futuro.
Por último los partidos nuevos Podemos y Ciudadanos han visto truncadas sus expectativas de cambio ya que los primeros han vuelto a quedar terceros además de no pasar al PSOE (lo cual parecía su único objetivo) y los segundos han bajado en número de escaños. Estos dos partidos deberían hacer todo lo posible para que el PP siendo el más votado sea el que gobierne pero ahora tienen una ventaja: le pueden vetar todo lo que ellos han proclamado que está mal, por ejemplo, ley de educación, ley mordaza. Además pueden ayudar con sus votos a mejorar la sanidad pública, consensuar una ley anticorrupción fuerte, reformar la constitución, ayudas sociales amplias, etc.
Para acabar, hay una cosa clara a día de hoy, que es que el pueblo ha hablado y todo aquel que chille, grite y diga que esto no está conforme con los resultados de estas elecciones que se lo piense antes porque ahora mismo no estamos hablando de sondeos sino de lo que ha decidido el pueblo democráticamente.

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