Celiacos, ciudadanos de tercera

Y he comentado alguna vez en alguno de mis artículos anteriores que con la crisis económica uno de los más afectados son los enfermos crónicos. Digo esto puesto que han visto en los últimos años como han pasado de no pagar nada o casi nada por sus medicamentos a ver notablemente el incremento de los precios de dichos medicamentos. Por otro lado, por ejemplo, tienen que pagar impuestos a mayores como cuando tienen que renovar el carnet de conducir ya que tienen que renovarlo con menor espacio de tiempo pagando de nuevo las tasas de tráfico y un test médico que no sirve para nada en relación con lo que se paga.

Pues bien, hoy me voy centrar en grupo concreto de enfermos crónicos. Me refiero a los celiacos. Como muchos sabéis, la celiaquía es un enfermedad que consiste en que tu organismo no tolera el gluten (ingredientes que se utiliza en muchos alimentos de primer necesidad, como por ejemplo el pan) y lo que producen son vómitos, diarreas y a largo plazo puede dañar otros órganos y por lo tanto deteriorar la salud.

El problema de ser celiaco no es sólo la enfermedad sino que los alimentos libre de gluten primero son muy caros y segundo no están muy difundidos en supermercados y grandes superficies. Cualquiera de los dos aspectos  son muy importantes, pero por supuesto el primero es la gota que colma el vaso. Como digo siempre, parece que es nuestra culpa padecer una enfermedad crónica y en cuanto la tenemos en vez de los gobiernos favorecernos el día a día y tener los mismos derechos que cualquier otro ciudadano, se hace todo lo contrario se nos discrimina subiendo el precio de las medicaciones y en el caso de los celiacos vender productos caros y en pocas cantidades.

Un gobernante inteligente y sensible a los problemas de sus ciudadanos haría lo siguiente, abarataría estos productos hasta dejarlos al nivel de los mimos productos que contienen gluten y harían estudios de la población que hay con celiaquía y en qué zonas geográficas para así satisfacer las necesidades desde un punto de vista económico y cuantitativo.

Pero sigo diciendo los que nos gobiernan no “tocan pobre”, es decir, viven en otra esfera la de los más favorecidos (Ahí están los datos de los beneficios económicos que han tenido viviendo de la política) y no saben lo que implica a un padre, por ejemplo, que tiene un hijo celiaco el comprarle estos productos tan caros viendo que además el sueldo no le da para más y verle como enferma e impotente de no poder cuidarlo como debiera.

Pero claro ya lo he dicho para poder entender los problemas de los ciudadanos hace falta sensibilidad y saber lo que el pueblo quiere.  ¿Para cuándo esta sensibilidad?