viernes, 11 de julio de 2014

Turismo de baja calidad



Es obvio, que la industria del turismo de nuestro país genera muchos puestos de trabajo además de riqueza y bienestar. Creo que hay que seguir ayudando a generar más turismo pero no a toda costa. ¿A qué me refiero? Pues bien, es lamentable el comportamiento de ciertos turistas extranjeros que vienen a nuestro país a todo menos a conocerlo o simplemente a pasárselo bien. Estos impresentables vienen como si tuvieran luz verde para hacer lo que quieran sin ninguna represalia al respecto, es decir, se emborrachan y drogan, ensucian y estropean todo lo que pillan en la calle y en los respectivos hoteles en los que se hospedan, intimidan a otros turistas o vecinos de la zona, y luego se van de nuestro país con total impunidad dejando un rastro que sobrepasa más allá de la mala imagen que dan de nuestro país. Y yo me pregunto ¿A qué esperan los que nos gobiernan para parar esto? ¿Por qué no empiezan a tomar medidas legislativas para evitar todo esto? Por ejemplo, una medida sería poner multas económicas a estos ejemplares (en su mayoría menores de edad) y hasta que no las abonen ellos o sus queridos padres no salen de los calabozos y una vez pagada de vuelta a su país. Si esto además se registra, si se vuelve a reincidir se podrían tomar medidas más duras.
Voy a poner el ejemplo de Mallorca (aunque se podrían poner ejemplos en multitud de puntos geográfico del país). Aquí se permite más allá de lo razonable y estos niñatos se crecen por lógica ya que no les pasa nada. También hay un alto grado de hipocresía de estos individuos ya que en su país tienen conductas ejemplares (respetan todas las normas) y luego llegan a España para hacer todo tipo de actos ilegales como si aquí no hubiera ley. El problema es que sí que la hay pero se hace la vista gorda porque se teme que este turismo malo no venga. Pero, ¿No se han preguntado todo el turismo bueno que  no viene por miedo a encontrarse con este otro turismo? Que se haga un estudio estadístico que seguro que nos llevamos una sorpresa.
Pongo otro ejemplo, hace poco en una playa de un pueblo cerquita de Barcelona llegan un grupo de jóvenes alemanes, borrachos perdidos, se ponen a beber a una hora en la que están familias con niños pequeños, vociferan, y dejan todas las botellas y porquería en el medio de la playa y no pasa nada. ¿Por qué no multar esto?
En un momento en el a nuestros jóvenes se les critica, yo rompo una lanza a su favor porque cuando van al extranjero demuestran tener mucha educación e interés por conocer la cultura del país donde van y se lo pasan bien sin molestar al de al lado.
Este turismo es el que queremos todos y no el otro.

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